2. Mitología

En este apartado tendrás recogido cada mes los audios de Mitología.
Estarán correlacionados con cada uno de los 7 portales de ascenso, los 7 chakras, así como las 7 «moradas del alma».

 

También incluye:

>> Encuentro zoom de la Mitología de Inanna y Cristo

>> Sugerencias para ampliar y profundizar en el mito de Cristo.

>> El texto del mito de Inanna
>> Varios audios del mito de Inanna
>> Una galería variada de imágenes de Inanna y relacionados.

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** Te recomiendo visualices la plataforma desde el ordenador.

Portales de descenso

Inframundo de descenso: Noche oscura del Alma I – 4 Junio 2024
Inframundo de ascenso: Noche oscura del Alma II – 6 Julio 2024
1º chakra: Pertenencia/ manifestación – 6 Agosto 2024
2º portal: Creatividad/ sexualidad – 5 Septiembre 2024
3º chakra: Poder personal – 5 Octubre 2024
4º chakra: Compasión – 5 Noviembre 2024
5º chakra: Comunicación – 5 Diciembre 2024
6º chakra: Percepción – 4 Enero 2025
7º chakra: Autoridad – 1 Febrero 2025
Portal integración Y FINAL CICLO – 2 Marzo 2025
7.- CHAKRA RAÍZ (1º): PORTAL de la PERTENENCIA. 7 MAYO 2024

Encuentro zoom Mitología de Inanna y Cristo (16 Nov 2023)

Lo encuentras AQUÍ

Mito de Cristo

Poema "Noche Oscura del Alma" de San Juan de la Cruz

Poema Noche oscura del Alma – San Juan de la Cruz

En una noche oscura,
con ansias en amores inflamada
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.

A oscuras y segura,
por la secreta escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.

En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.

Aquesta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía
a donde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.

¡Oh noche, que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada!
¡Oh noche que juntaste
Amado con amada
amada en el Amado transformada!

En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.

El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía.

Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado;
cesó todo, y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.

Poema "Llama de amor viva" de San Juan de la Cruz

Poema Llama de amor vivaSan Juan de la Cruz

¡Oh llama de amor viva,
que tiernamente hieres
de mi alma en el más profundo centro!
pues ya no eres esquiva,
acaba ya si quieres;
rompe la tela de este dulce encuentro.

¡Oh cauterio suave!
¡Oh regalada llaga!
¡Oh mano blanda! ¡Oh toque delicado,
que a vida eterna sabe
y toda deuda paga!,
matando muerte en vida la has trocado.

¡Oh lámparas de fuego
en cuyos resplandores
las profundas cavernas del sentido
que estaba oscuro y ciego
con extraños primores
calor y luz dan junto a su querido!

¡Cuán manso y amoroso
recuerdas en mi seno
donde secretamente solo moras
y en tu aspirar sabroso
de bien y gloria lleno
cuán delicadamente me enamoras!

Mito de Inanna

Audio Mito de Innana

Audio en voz  del mito «El descenso de Inanna»

Audio ampliación sobre el Mito de Inanna
Texto mito de Innana

De la escucha, al inicio del descenso.

Desde el Gran Arriba ella abrió su oído al Gran Abajo.
Desde el Gran Arriba la diosa abrió su oído al Gran Abajo.
Desde el Gran Arriba Inanna abrió su oído al Gran Abajo.

Mi señora abandonó el cielo y la tierra para descender al inframundo.
Inanna abandonó el cielo y la tierra para descender al inframundo.
Ella abandonó su ministerio de sacerdotisa sagrada para descender al inframundo.

En Uruk abandonó su templo para descender al inframundo.
En Badtibira abandonó su templo para descender al inframundo.
En Zabalam abandonó su templo para descender al inframundo.
En Adab abandonó su templo para descender al inframundo.
En Nippur abandonó su templo para descender al inframundo.
En Kish abandonó su templo para descender al inframundo.
En Acadia abandonó su templo para descender al inframundo.

Ella reunió los siete ME.
Los tomó en sus manos.
Dueña de los ME, se preparó:
Colocó sobre su cabeza la Shugurra, la corona de las llanuras.
Acomodó sobre su frente los oscuros rizos.
Ató las pequeñas cuentas de lapizlázuli alrededor de su cuello.
Dejó que la doble hilera de cuentas descansara sobre su pecho, y envolvió la túnica real alrededor de su cuello.
Untó sus ojos con el ungüento llamado “que venga, que venga”,
Se ató el pectoral llamado “ven, hombre, ven” sobre su pecho.
Deslizó el aro de oro en su muñeca, y llevó en la mano la vara de medir y la vara de lapislázuli.

Inanna partió hacia el inframundo.

Ninshubur, su fiel sirviente, fue con ella.
Inanna le habló y le dijo:
“Ninshubur, mi constante soporte, mi sukkal que me da sabio consejo, guerrera que lucha a mi lado, desciendo al KUR, al inframundo.
Si no regreso, eleva un lamento por mí en las ruinas.
Haz sonar en mi honor el tambor en los lugares de asamblea.
Rodea las moradas de los dioses.
Lacérate los ojos, la boca, los muslos. Viste un traje sencillo, como mendigo.

Ve a Nippur, al templo de Enlil.
Cuando entres a su recinto sagrado, exclama: Oh Padre Enlil, no permitas que tu hija sea inmolada en el inframundo.
No permitas que tu plata brillante se cubra con el polvo del inframundo.
No permitas que tu precioso lapislázuliel triturador lo quiebre en añicos.
No permitas que tu fragante madera de boj sea tajada por el carpintero.
No permitas que la sagrada sacerdotisa del cielo sea inmolada en el inframundo.

Si Enlil no te ayuda,
Ve a Ur, al templo de Nanna.
Llora ante el padre Nanna.

Si Nanna no te ayuda,
Ve a Eridu, al templo de Enki.
Llora ante el Padre Enki.
El Padre Enki, Dios de la Sabiduría, conoce el alimento de la vida, conoce el agua de la vida, conoce los secretos.
Seguramente él no me dejará morir.”

Entonces se detuvo y dijo:
“Vete ahora, Ninshubur. No olvides las palabras que te he ordenado.”

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El descenso.

Cuando Inanna llegó a las puertas exteriores del inframundo, llamó con fuerza.

Exclamó con voz fiera: “¡Abre la puerta, portero! ¡Abre la puerta, Neti! ¡Entraré yo sola!”

Neti, el portero en jefe del KUR, preguntó: “¿Quién eres?”

Ella respondió: “Soy Inanna, la Reina del Cielo, en mi camino al oriente.”

Neti dijo: “Si en verdad eres Inanna, la Reina del Cielo, en tu camino al oriente,
¿por qué te ha guiado tu corazón al camino del cual ningún viajero retorna?”

Inanna respondió: “Por mi hermana mayor, Ereshkigal, ha muerto su marido, Gugalanna, el Toro del Cielo. He venido a presenciar los ritos fúnebres. Que la cerveza de los ritos fúnebres sea vertida en la copa. Que así se haga.”

Neti habló: “Permanece aquí, Inanna, hablaré a mi reina. Le daré tu mensaje.”

Neti, el portero en jefe del Kur, entró en el palacio de Ereshkigal, la Reina del Inframundo, y dijo: “Mi reina, una doncella, tan alta como el cielo, tan ancha como la tierra, tan fuerte como los cimientos de la muralla de la ciudad, espera afuera de las puertas del palacio.

Ella ha reunido los siete ME.
Los ha tomado en sus manos.
Con los ME en sus manos, se ha preparado:
Sobre su cabeza trae la Shugurra, la corona de la llanura.
En la frente, sus oscuros rizos están cuidadosamente arreglados.
Alrededor de su cuello trae las pequeñas cuentas de lapislázuli.
Sobre su pecho descansa la doble hilera de cuentas.
Su cuerpo está cubierto con la túnica real.
Sus ojos están untados con el ungüento llamado ‘que venga, que venga’. Alrededor de su pecho se puso el pectoral llamado ‘ven, hombre, ven’.
En su muñeca trae el aro de oro.
En su mano ella porta la vara de medir y la línea de lapislázuli.”

Cuando Ereshkigal oyó esto golpeó su muslo y se mordió el labio. Tomó el asunto a pecho y lo consideró.
Entonces habló: “Ven, Neti, mi portero mayor del KUR, obedece mis palabras:
Atranca las siete puertas del inframundo.
Luego, una por una, abre una grieta en cada puerta. Deja entrar a Inanna.
Cuando entre, despójala de sus vestimentas reales. Que la sacerdotisa sagrada del cielo entre inclinada.”

Neti obedeció las palabras de su reina. Atrancó las siete puertas del inframundo. Luego abrió la puerta exterior. Le dijo a la doncella: “Ven, Inanna, entra.”

Cuando entró por la primera puerta, le fue quitada la Shugurra, la corona de la llanura.
Inanna preguntó: “¿Qué es esto?”
Se le dijo: “Silencio, Inanna, las costumbres del inframundo son perfectas. No se pueden objetar.”

Cuando entró el segunda puerta.
Le fueron quitadas las pequeñas cuentas de lapislázuli de su cuello.
Inanna preguntó: “¿Qué es esto?”
Se le dijo: “Silencio, Inanna, las costumbres del inframundo son perfectas. No se pueden objetar.”

Cuando entró la tercera puerta, la doble hilera de cuentas de su pecho le fue quitada.
Inanna preguntó: “¿Qué es esto?”
Se le dijo: “Silencio, Inanna, las costumbres del inframundo son perfectas. No se pueden objetar.”

Cuando entró la cuarta puerta, el pectoral llamado “¡ven, hombre, ven!” fue quitado de su pecho.
Inanna preguntó: “¿Qué es esto?”
Se le dijo: “Silencio, Inanna, las costumbres del inframundo son perfectas. No se pueden objetar.”

Cuando entró la quinta puerta, le fue quitado el aro de oro de su muñeca.
Inanna preguntó: “¿Qué es esto?”
Se le dijo: “Silencio, Inanna, las costumbres del inframundo son perfectas. No se pueden objetar.”

Cuando entró la sexta puerta, le fue quitada la vara de medir y la línea de lapislázuli de su mano.
Inanna preguntó: “¿Qué es esto?”
Se le dijo: “Silencio, Inanna, las costumbres del inframundo son perfectas. No se pueden objetar.”

Cuando entró por la séptima puerta, la túnica real le fue quitada del cuerpo.
Inanna preguntó: “¿Qué es esto?”
Se le dijo: “Silencio, Inanna, las costumbres del inframundo son perfectas. No se pueden objetar.”

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En el corazón del inframundo I

Desnuda e inclinada, Inanna entró al salón del trono.

Ereshkigal se levantó de su trono.

Inanna comenzó a acercarse al trono.

La rodearon los Anunna, jueces del inframundo.

Pronunciaron sentencia en su contra.

Entonces Ereshkigal amarró el ojo de la muerte sobre Inanna.

Habló contra ella su palabra de ira.

Exclamó contra ella su grito de culpa.

La golpeó.

Inanna se convirtió en cadáver.

Una pieza de carne podrida.

Y fue colgada de un gancho sobre la pared.

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En el corazón del inframundo II

Cuando, después de tres días y tres noches, Inanna no regresó, Ninshubur elevó un lamento en su honor en las ruinas.
Tocó el tambor en su honor en los lugares de asamblea. Rodeó las casas de los dioses. Laceró sus ojos, laceró su boca, laceró sus muslos. Se vistió con una túnica simple como mendigo.

Sola, se fue a Nippur, al templo de Enlil.
Al entrar al recinto sagrado, exclamó:
“O Padre Enlil, no permitas que tu hija sea inmolada en el inframundo.
No permitas que tu plata brillante se cubra de polvo del inframundo.
No permitas que el triturador quiebre en añicos tu precioso lapislázuli.
No permitas que tu fragante madera de boj sea tajada por el carpintero.
No permitas que la sagrada sacerdotisa del cielo sea inmolada en el inframundo.”

El Padre Enlil respondió con enojo:
“Mi hija anhelaba el Gran Arriba.
Inanna anhelaba el Gran Abajo.
Aquella quien recibe los ME del inframundo no regresa. Aquella quien va a la Ciudad sombría, allá se queda.”

El Padre Enlil no quiso ayudar.

Ninshubur fue a Ur y al templo de Nanna.
Cuando entró al recinto sagrado, exclamó:
“O Padre Nanna, no permitas que tu hija sea ejecutada en el inframundo.
No permitas que tu plata brillante se cubra del polvo del inframundo.
No permitas que el triturador quiebre en añicos tu precioso lapislázuli.
No permitas que tu fragante madera de boj sea tajada por el carpintero
No permitas que la sagrada sacerdotisa del cielo sea ejecutada en el inframundo.”

El Padre Nanna respondió con enojo:
“Mi hija anhelaba el Gran Arriba.
Inanna anhelaba el Gran Abajo.
Aquella quien recibe los ME del inframundo no regresa. Aquélla quien va a la Ciudad sombría, allá se queda.”

El Padre Nanna no quiso ayudar.

Ninshubur fue a Eridu y al templo de Enki.
Al entrar en el recinto sagrado, exclamó:
“O Padre Enki, no permitas que tu hija sea ajusticiada en el inframundo.
No permitas que tu plata brillante se cubra de polvo del inframundo.
No permitas que el triturador quiebre en añicos tu precioso lapislázuli
No permitas que tu fragante madera de boj sea tajada por el carpintero.
No permitas que la sagrada sacerdotisa del cielo sea ajusticiada en el inframundo.”

El Padre Enki dijo:
“¿Qué pasó? ¿Qué es lo que han hecho mi hija?
¡Inanna! ¡Reina de Todas las Tierras! ¡Sagrada Sacerdotisa del Cielo!
¿Qué ha pasado? Estoy atribulado. Estoy afligido.”

De debajo de una de sus uñas el Padre Enki sacó un poco de tierra. Con la tierra dio forma a un Kurgarra, una criatura que no era ni macho ni hembra.
De debajo de una uña de su otra mano sacó un poco de tierra. Con la tierra dio forma a un Galatur, una criatura que no era ni macho ni hembra.
Le dio el alimento de la vida al Kurgarra.
Le dio el agua de la vida al Galatur.

Enki habló al Kurgarra y al Galatur, y dijo:
“Vayan al inframundo, entren por la puerta como moscas.
Ereshkigal, la Reina del Inframundo, se está lamentando con los gritos de una mujer que está dando a luz. No hay sábana que la cubra. Sus senos están descubiertos. Su cabello se arremolina alrededor de su cabeza como poros.
Cuando grite, ‘¡O, o, mis adentros!’, griten también, ‘¡O, o, tus adentros!’
Cuando grite, ‘¡O, o, mis afueras!’, griten también, ‘¡O, o, tus afueras!’
La reina estará complacida. Les ofrecerá un regalo. Pídanle sólo el cadáver que cuelga del gancho en la pared.
Uno de ustedes rociará el alimento de la vida sobre de él.
El otro rociará el agua de la vida sobre de él.
Inanna se levantará.”

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Imágenes Inanna