«Son muchos los hilos -visibles e invisibles- que me posicionan hoy aquí, en este infinito movimiento donde observo, en quietud y agradecimiento, el tejido de mi existencia.»

Me llamo Paula

Desde muy pequeña me hice la pregunta ¿de qué va eso de vivir? y me di cuenta que la respuesta consensuada que me ofrecían no me era suficiente. Tenía la seguridad de que había mucho más.

Quizás por ello empecé ya en mi adolescencia a buscar maestros/as, experiencias, teorías, fórmulas que me llevaran a otras verdades.
Con todo esto hice suma y recordé en mí el espacio mental de observación silenciosa, la respiración del suceder cotidiano y la percepción de centro habitado.

Desde aquel inicio han pasado ya más de 20 años. Hoy me reconozco en el arte de agradecer y abrirme a lo que Es sin batallas ni resistencias, pudiendo experimentar, día a día, la aventura de aliarme con la Vida que soy.

Es desde este recorrido que me descubro como mayeuta, una versión actualizada de la ancestral labor de las doulas que, en mi caso, acompaña y da soporte al alumbramiento de procesos de vida.
“Dar a luz” una verdad, una certeza, una serenidad, un compromiso.
“Dar a luz” para pasar de una vida zombi y mediocre al auténtico que pulsa en ti.
“Dar a luz” agradeciendo la oscuridad que Es y desde donde tod@s podemos brotar.

Soy amante de la fisiología vital, es decir, en el reconocimiento -aun sin entender- de cómo funciona el suceder de la existencia que inspira hacia la evolución.

Lo resumo en que todo tiene «cabida en la vida», que es posible vivirnos en nuestros polares reconciliados y que hay una realidad interna que pulsa a lo siguiente en expresión de sabiduría.

Llevo 17 años de experiencia profesional constatando que continuamente, todos y todas estamos dando espacio, gestando y/o dando a luz en nuestro cotidiano.
Por eso no hay juicios, consejos, ni direcciones en lo que te ofrezco. Se trata de compartir espacio presente y de abrirnos al poder de la pregunta para que puedas alinearte con la verdad de cuándo toca sostener dentro y cuándo toca empujar.

Sé por propia vivencia que el proceso puede llegar a ser muy intenso, que ciertas dudas vitales duelen, que en muchas ocasiones la presión, la prisa, la soledad y el saberse sin rumbo ni fuerza es bien desafiante.

Por eso mi acompañar, desde donde cuido de proteger y animar (que viene de alma) tu momento actual.