Asumirme desde mi integridad es asumirme en mi totalidad.
Y en ese total
hay mucho de auténtico y mucho de falso.
Un falso que el «yo» reconoció como verdadero.

Pues quizás como parte de este bendito juego llamado Vida
la propuesta era olvidar el «soy»

SOY: cobijo de esencia, aliento y misterio.
SOY: innombrable por naturaleza
mas siempre presente y dando ánimo.

Ánimo, ánimus, alma inmortal que,
desde la maestría de esta luna llena en sagitario
quizás podamos empezar a recordar.

Y desde ahí, recordarnos en suma e integridad.

Paula Yla Vida